
Trabajo en equipo, cómo enfrentarse a él
← BlogTrabajar en equipo: un gran placer para unos, una desgracia para otros. El mundo está lleno de gente diferente, algunos prefieren estar rodeados de colegas para intercambiar ideas, y otros preferirían trabajar a su aire y sin interferencias. Cuando empezamos a trabajar en una empresa, o si empezamos nuestro propio negocio, debemos adaptarnos a la situación. No habrá compañeros con los que colaborar, o el equipo será tan grande que no habrá manera de no trabajar con el resto.
En nuestro lugar de trabajo no es necesario ser amigos de nuestros compañeros, pero una relación respetuosa y fácil será positiva para crear un ambiente cómodo. Sentir que nuestro trabajo es seguro y que estamos rodeados de gente que nos apoyará y no nos hará ningún daño nos ayudará a ver nuestro lugar de trabajo como un buen sitio en el que pasar largas horas, en vez de considerarlo algo parecido al infierno. En una situación así, nos concentraremos en nuestro trabajo y probablemente seamos más productivos y estemos más dispuestos a dejar las tareas hechas.
Para centrarnos en proyectos en equipo, sería ideal que éstos fuesen dirigidos y controlados por alguien con experiencia que pudiese orientar a los demás y liderar el proyecto. Si eso no es posible, por ejemplo en un negocio nuevo, un lugar en que los trabajadores tengan poca experiencia o incluso para realizar un trabajo universitario, con paciencia y buena organización las cosas irán fluyendo. Aquí tenemos algunas ideas básicas para una organización exitosa:
- Debemos aprender a delegar y estar convencidos de ello. Si somos responsables de un equipo, sintámonos seguros, harán lo mejor que puedan si sienten que se confía en su trabajo y en su juicio. Animar al equipo tendrá también efectos a medio y largo plazo, en relación con la productividad y satisfacción personal de los empleados.
- Es esencial dividir el trabajo sin duplicar esfuerzos. Si dos colegas o equipos están trabajando en la misma tarea, alguien estará perdiendo un tiempo que podría ser dedicado a otra cosa. Si en algún momento específico no hay trabajo para todo el mundo, no sería un problema duplicar el trabajo y mantener a todo el mundo activo, pero cuando hay muchos proyectos a los que hacer frente al mismo tiempo, mejor ser eficaces.
- Organizar reuniones de seguimiento. Quien lidere el proyecto tendrá la oportunidad de echar un vistazo al trabajo que se está haciendo, y los problemas podrán arreglarse si es necesario. Con ese objetivo, dependiendo del tamaño de la empresa, todo el mundo puede participar en dichas reuniones, o solo el responsable de cada área (diseño, departamento contable, comunicación…).
- Establecer fechas de entrega. Son esenciales para que el proyecto avance en conjunto. La presión anima al equipo a prepararse para trabajar, pero al mismo tiempo puede generar ansiedad entre algunos compañeros o empleados, ya que no todo el mundo tiene el mismo ritmo. Las fechas deberían acordarse teniendo en consideración el tiempo, el equipo disponible y la carga de trabajo para cada proyecto, dejando al mismo tiempo un margen de maniobra para cambios de última hora e imprevistos.
- La comunicación es otra de las bases del trabajo en equipo. Si encontramos dificultades en el proceso, debemos ser capaces de decírselo al supervisor o a otros colegas para encontrar una solución viable o alternativas. Incluso sin problemas, si estamos avanzando especialmente en algún aspecto, esa información puede ayudar al resto. Así que olvidémonos de ideas cómo “mejor no decir nada, quizá interrumpa” o “no es tan importante como para decírselo a los demás”. Está claro que no debemos molestar al resto para dar información sin importancia, pero si algo merece ser compartido, no tengamos ninguna duda.
Coordinar a un grupo de personas es una tarea compleja, ya que significa juntar a un grupo de individuos diferentes y conseguir que cada uno haga lo que mejor sabe para obtener un resultado conjunto. Todo el mundo tiene responsabilidades y un papel específico en el grupo. Todo eso con un objetivo previamente fijado: crear un proyecto viable y exitoso basado en los estándares de cada compañía.
Sabemos que cada trabajo tiene sus características específicas y que no es posible gestionar a todos los equipos del mismo modo, pero existen unas líneas básicas y útiles para cualquier tipo de organización para tener una visión general sobre lo que ocurre a nuestro alrededor en relación a nuestros proyectos. Ahora es tu turno para probar qué te va mejor.