
Gestión de nuevos proyectos: por dónde empezar
← BlogEmpezar un proyecto de cero puede ser una tarea compleja si no tienes claras una serie de cosas. Saber por dónde arrancar te traerá más tiempo de lo que esperabas si no sabes exactamente qué quieres o cómo lo quieres. Eso retrasará el calendario y el ritmo de trabajo de tu proyecto. A continuación te exponemos una serie de factores a tener en cuenta para poder iniciar un nuevo proyecto sin demasiado apuro:
- Un nuevo proyecto es una nueva vida. Olvida todo lo demás. Si bien es importante aprender de los errores del pasado y proyectar la experiencia adquirida, también es fundamental dotar a los nuevos proyectos de aire fresco. No te obsesiones con las dificultades que has experimentado en el pasado o las malas experiencias. Aprende. Tampoco quieras copiar experiencias pasadas, porque un nuevo proyecto es una nueva historia.
- Infórmate. Busca proyectos relacionados, literatura paralela o ejemplos en Internet o en bibliotecas. Tener presente qué se está haciendo o qué se ha realizado en el pasado te irá muy bien para coger ideas o evitar errores de otros. Eso sí, cuidado con el plagio.
- Define, define y define.
- Define objetivos, tanto principales como secundarios. Márcate una meta y estructura el proyecto de acuerdo a ella.
- Define una metodología de trabajo: en grupos, de manera individual, por mini proyectos, por tareas, por pequeñas metas etc. Lo que te resulte más conveniente o lo que creas que es lo más acertado para llevar a buen puerto ese nuevo proyecto que estás creando.
- Define un calendario de actividades y tareas. Este es uno de los pasos más importantes. Realizar un buen cronograma de tareas es fundamental para gestionar un proyecto correctamente. Sobre todo, sé realista con los tiempos y no escatimes: deja más tiempo del necesario para realizar esas actividades más complejas y piensa que siempre puede haber imprevistos que entorpezcan el calendario. Una vez hecho el cronograma, ponte manos a la obra e intenta mantener el calendario. Conciencia a tu equipo desde el principio de la importancia en la puntualidad de las tareas y todo saldrá bien. No seas demasiado flexible con los tiempos o te arrepentirás.
- Delimita el proyecto. Ten claro hacia donde quieres ir, qué quieres alcanzar y cómo quieres alcanzarlo. Delimita el tema y estructúralo en consecuencia. No trabajes sobre la marcha porque no acabará bien. Piensa que es muy fácil despistarse e "irse por los cerros de Úbeda". Es importante focalizar la atención en los objetivos a conseguir y trabajar de manera consecuente.
- Escoge un equipo de trabajo. Como ya se ha comentado en este artículo , un buen equipo de trabajo es fundamental para que los proyectos salgan adelante. Tómate tu tiempo para escoger a esos trabajadores que necesitas y todo marchará solo. Intenta no estancarte con las experiencias del pasado: si has tenido un excelente equipo de trabajo, no esperes que tu nuevo equipo sea exactamente igual. Por el contrario, si has tenido una mala experiencia con un grupo de trabajo, no te obsesiones y piensa que todos siempre puede ir a mejor.
- Sé realista. Cuando empiezas un nuevo proyecto es mejor no adoptar una actitud grandilocuente. Piensa que las cosas no siempre salen como uno espera y a veces no todo sale como se tenía previsto. Empieza el castillo por abajo, grano a grano y si da tiempo de ampliarlo, mejor. Si gestionas un proyecto grande, especifica las micro tareas y que tus trabajadores no dejen de tener presente la meta final.
Como ves, empezar un proyecto de cero no es una tarea sencilla. Si tienes claro lo que quieres y trabajas para definir las metas y el camino para llegar a ellas, todo será mucho más sencillo. No te estanques en las experiencias del pasado y piensa que cada nuevo proyecto es una nueva oportunidad que se abre ante ti para conseguir nuevos retos y superarte a ti mismo.