
El poder de los hábitos (y no es el de los conventos)
← BlogExisten diferentes tipos de personas, diferentes tipos de personalidades y cada uno de nosotros tiene diferentes maneras de llevar a cabo un proyecto. Como ya hemos visto en otros artículos, planificar, organizar y priorizar las tareas , junto con el trabajo duro, son algunos ejemplos de habilidades útiles que nos ayudan a ser más productivos.
Algunas personas se organizan muy bien y tienen unos hábitos laborales muy efectivos, pero si no es tu caso, repite estas rutinas para llegar a ser una persona más organizada.
- Organización. Ser organizado en tus proyectos te ayudará a seguir efectivamente el progreso de tu trabajo y te permitirá estar en todo momento pendiente de las cosas que tienes que hacer. Además estarás preparado en cualquier momento, ya sea que tengas que acudir a una reunión o que un compañero de trabajo, un cliente o un colaborador te realice una consulta; sabrás exactamente qué decir y entregar. Por lo tanto, estar organizado te dará el control sobre el trabajo que está bajo tu responsabilidad.
- Iniciativa. Ser activo y comenzar enseguida con las tareas que tienes que terminar, es una práctica muy positiva de trabajo en equipo. Esto significa que eres una persona responsable y en la que se puede confiar. Los demás confiarán en ti como un valioso trabajador dentro del grupo.
- Resolución de problemas. No te quedes estancado si algo no salió como esperabas; da un paso atrás para tener una mejor idea de lo que estás haciendo e improvisa sobre el trabajo que estás realizando. Proporciona comentarios, ideas y sugerencias a tus compañeros de trabajo y clientes para ayudarles a enfrentar sus problemas con soluciones.
- Sé un aprendiz activo. En solo unos meses la rutina diaria y semanal puede llevarte a la monotonía, al descontento laboral y al estancamiento de tu carrera. Para evitarlo, actualízate con las últimas tendencias en tu área, involúcrate en proyectos que ofrezcan un aprendizaje nuevo o inscríbete en talleres o cursos que fomenten tu desarrollo laboral (ya sea en tu trabajo actual o en un posible trabajo en el futuro).
Todo esto hará que seas un trabajador valioso para la organización en la que estás o cualquier otra en la que pudieras trabajar.
Ahora lo que tienes que hacer es poner en práctica todas estas rutinas. Recuerda que cuanto más las practiques, más rápido se convertirán en tus propios hábitos.
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