
Ladrones de tiempo: conócelos
← BlogLlegas a la oficina, concentrado para trabajar en ese proyecto que te trae de cabeza. Te sientas en esa silla tan cómoda, (fundamental para ser productivo), y enciendes el ordenador mientras sacas unos dossieres del cajón. De pronto y sin saber cómo ha sucedido, son las doce del mediodía y no has hecho nada de lo que habías programado. Te pones las pilas y te convences de que vas a hacer lo que no has hecho en cuatro horas en una. Y lo haces. ¿Qué ha pasado? Te han robado el tiempo. Menos mal que el estrés ha funcionado como mecanismo para activar tu concentración y has podido acabar las tareas.
Los ladrones de tiempo son aquellas actividades que hacemos casi sin darnos cuenta y que nos roban preciados minutos. A continuación te damos una pequeña lista de ladrones de tiempo habituales que no deberías dejar entrar en casa:
- Las noticias. Una gran mayoría de gente, la primera página web que abren cuando llegan al trabajo es una página de noticias. La revisan por encima y leen los titulares. Es un hábito muy común que hace perder media hora de trabajo, aproximadamente. Piensa que siempre habrá una noticia, al menos una, que te interese y que quieras leer por completo. Intenta evitarlo. Puedes revisar las noticias durante algún descanso (hoy en día con el móvil es muy fácil) o cuando vuelvas a casa. Si bien es muy importante estar informado, también lo es cumplir con las obligaciones del trabajo y gestionar de manera correcta las jornadas laborales.
- Las redes sociales. Son tu peor enemigo. Y lo sabes. Prohíbete Facebook, Twitter y todas las redes sociales. En primer lugar, porque harán que tu productividad baje considerablemente. En segundo lugar, porque es poco profesional y te puedes llevar una gran bronca. Y en tercer lugar, porque eres un adulto: si estás en el trabajo, debes trabajar. Si realmente tienes muchas ganas de contestar ese Tweet o mirar las fotos de las vacaciones de tu prima en Facebook, espérate a tener un rato libre.
- Las necesidades básicas. Son necesidades, pero también son la excusa perfecta para darte un paseo de diez minutos hasta el baño y perder media hora. Cuando te sientes a trabajar, procura haber hecho tus necesidades. Levantarte cada media hora para coger un vaso de agua te hará perder el tiempo: coge una botella de las grandes antes de sentarte a trabajar y habrás solucionado el problema.
- Los compañeros. También son ladrones de tiempo. Es importante llevarse bien con los compañeros, pero llevarse demasiado bien, te hará ser menos productivo. Si quieres explicarle a alguien del trabajo la última pelea que has tenido con tu hermano o la última cena con tu suegro, procura hacerlo fuera de la oficina. Un refresco o unas tapas al terminar el trabajo serán suficientes.
- El teléfono móvil. El móvil se ha convertido en una extensión de nuestro brazo. Es una herramienta muy útil pero también muy peligrosa. Déjalo en un cajón, en el bolso o en la mochila. En silencio (a no ser que esperes alguna llamada en concreto). Si lo dejas encima del escritorio lo estarás revisando cada diez minutos y eso hará que no te concentres y que tu actividad no tenga continuidad.
- Las llamadas de trabajo. Establece un horario de llamadas para tus clientes. Si te interrumpen cada diez minutos, nunca podrás terminar ese informe que te han pedido. La continuidad en las actividades es fundamental para ser productivo.
- Los jefes. Perdona, ¿Tienes un minuto para comentarte una cosa? A veces los jefes piensan que siempre hay que estar disponible, que siempre pueden disponer de ese minuto que se convierte en media hora. Di no. Si estás en medio de una actividad y quieres terminarla, pregúntale si se puede esperar. Posiblemente no ponga ningún problema. Dilo de manera educada, siempre preguntando y explicando la razón.
- La mensajería instantánea. Olvídate de Whatsapp, mensajería de Facebook, chat de Gmail y todo tipo de mensajería instantánea. Al igual que las redes sociales, se pueden convertir en nuestro peor enemigo. Comunicarte por chat (incluso con compañeros de trabajo) sólo te hará perder el tiempo. Intenta llamar con el teléfono de la oficina si tienes algo importante que comentarle a alguien. Por supuesto, olvídate de chatear con gente de fuera de la oficina. El trabajo es el trabajo.
Son muchos los ladrones de tiempo que pueden mermar nuestra productividad durante las horas de trabajo. Ahora que ya los has identificado, no tienes excusa. No dejes que el móvil, las noticias o las redes sociales hagan poner en duda tu profesionalidad. Trabaja de manera eficaz y productiva, termina las tareas programadas y ya verás como te llevarás más de una satisfacción.